

En marketing trabajamos con dos tipos de insights: los incrementales y los transformacionales. Sin embargo, la presión por resultados inmediatos provenientes del performance marketing, la cultura de la optimización always-on y los KPIs operativos como CAC, ROAS y CLV empujan a los equipos hacia lo seguro: micro-mejoras continuas. En este artículo, te ayudamos a detectar si tu equipo tiene un sesgo hacia mejoras incrementales y cómo el rol del insight curator está permitiendo que más negocios encuentren insights transformacionales.
EN ESTE ARTÍCULO
Nunca tuvimos tantos datos. Nunca generamos tantos reportes. Y sin embargo, muchas organizaciones siguen tomando decisiones que no mueven la aguja. ¿Por qué? Porque no todo insight genera impacto. Algunos insights ayudan a ajustar lo que ya hacemos. Otros pueden redefinir lo que deberíamos estar haciendo.
La trampa de la mejora continua es pensar que optimizar siempre es suficiente.
En un entorno donde los cambios son acelerados y las disrupciones son la norma, enfocarse únicamente en lo incremental puede ser una forma sutil de quedarnos quietos.
La diferencia entre un insight incremental y un insight transformacional radica en el nivel de impacto sobre la estrategia y en la naturaleza del cambio que propone.
Un insight incremental se enmarca dentro del modelo mental, operativo y estratégico existente. Su función principal es optimizar lo que ya está funcionando, afinando decisiones tácticas para mejorar resultados de manera continua. En teoría del cambio organizacional y en gestión de la innovación, éstos se consideran parte de la mejora continua (Kaizen, en terminología japonesa). No alteran la lógica de fondo ni la estructura del sistema, pero permiten avances sostenibles, pequeñas victorias y mejoras en eficiencia o efectividad. Ejemplos típicos:
Un insight transformacional introduce una disrupción en la forma de entender el problema, el mercado o el comportamiento del consumidor. Supone una reconfiguración del modelo mental con el que se analiza la situación. En marketing y estrategia, estos insights suelen dar lugar a pivotajes, nuevas líneas de negocio o replanteos profundos de la propuesta de valor. No responden a una pregunta preestablecida: por el contrario, muchas veces nos revelan que estábamos haciendo la pregunta equivocada. Es el insight que desafía los supuestos, propone una nueva hipótesis o abre un camino estratégico inesperado. Ejemplos típicos:
Mientras que los insights incrementales mejoran lo que ya sabemos, los transformacionales cambian lo que creemos saber. Ambos son valiosos, pero cumplen roles distintos en la evolución de una estrategia: unos refinan, los otros reinventan.
Sin embargo, la presión por resultados inmediatos provenientes del performance marketing, la cultura de la optimización “always-on” y los KPIs operativos como CAC, ROAS y CLV empujan a los equipos hacia lo seguro: micro-mejoras continuas. En otras palabras, existe un sesgo hacia la búsqueda de insights incrementales. Eso genera tres riesgos:
Como señala Harvard Business Review: “Las organizaciones que se enfocan únicamente en la eficiencia pierden oportunidades de transformación. La eficiencia sin dirección puede ser una trampa.” (HBR, "Don't Let Metrics Undermine Your Business", 2022)
En muchos equipos, nadie tiene la tarea explícita de buscar lo no evidente. Es ahí donde aparece un rol emergente: el insight curator. No es necesariamente un analista. Tampoco es un ejecutivo de BI. Es alguien que:
Como define McKinsey: “La habilidad de traducir datos en decisiones estratégicas es el factor más diferencial en la ventaja competitiva de los próximos años.” (McKinsey, "Analytics Comes of Age", 2021)
La solución no es dejar de optimizar. Es crear una doble agenda:
Lo clave es que esta dualidad esté distribuida:
Desde Bunker DB te acercamos una sencilla autoevaluación de breves preguntas que te permitirán determinar si tu equipo de marketing combina insights incrementales y transformacionales. Por ejemplo:
Debajo les acercamos un Insights Portfolio Score para que, junto a su equipo interno de trabajo, determinen la calidad del portfolio de sus insights.
Si todo lo que medimos está alineado a lo que ya hacemos, probablemente estamos perdiendo de vista lo que podríamos estar haciendo distinto.
El valor de una estrategia analítica no se mide solo por cuán detallados son nuestros dashboards, sino por la calidad de las preguntas que esos datos nos permiten hacernos.
Y para eso, necesitamos menos autocomplacencia y más incomodidad creativa.
Necesitamos curar insights, no solo generarlos.
Porque en un mundo que va a cambiar sin pedirnos permiso, solo se transformarán aquellos negocios que se animan a interpretar más allá de los datos.
Federico Kalos
CMO @ Bunker DB
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